La resolución 185/2025 y sus implicaciones
La resolución 185/2025 emitida por el Ministerio de Justicia de Argentina ha marcado un cambio significativo en la mediación, al introducir nuevas directrices sobre la formación y evaluación de mediadores. Esta normativa obliga a los mediadores a inscribirse en el registro establecido por la ley n° 26.589, que regula la mediación en el país. Este registro se considera un paso crucial para garantizar la calidad y la profesionalización del servicio de mediación en Argentina.
Uno de los principales aspectos de la resolución es la inclusión del ‘taller de revisión de la práctica’. Este taller debe ser completado dentro de los dos años posteriores a la inscripción en el registro de mediadores. Este requisito tiene como objetivo primordial fortalecer los conocimientos teóricos adquiridos durante la formación y facilitar su aplicación práctica en el ámbito de la mediación. Se espera que esta iniciativa promueva no solo el desarrollo profesional continuo de los mediadores, sino también una mejora en la calidad del proceso de mediación mismo, al asegurar que los mediadores estén en constante actualización y reflexión sobre su práctica.
El significado de la resolución no se limita meramente a la formalización de requisitos; su esencia radica en articular la teoría con la práctica. La mediación, como disciplina, requiere de habilidades que van más allá del conocimiento académico, y la imposición de un taller práctico busca cerrar esa brecha. Al fomentar este enfoque donde la experiencia directa se entrelaza con la teoría, se espera que se potencie el impacto de la mediación en la resolución de conflictos, garantizando así un proceso más eficaz y un servicio de mayor calidad para los ciudadanos argentinos.
Cambios normativos: ¿simplificación o complicación?
La reciente resolución sobre el ‘taller de revisión de la práctica’ en el contexto de la mediación argentina ha traído consigo importantes modificaciones normativas. En particular, la derogación de varios artículos de la resolución 912/2022 señala un cambio significativo en la estructura y funcionamiento del sistema de mediación. Este proceso de modificación busca, en teoría, ofrecer una mejora en la formación y regulación de los mediadores. Sin embargo, es esencial evaluar si dichas reformas realmente conducen a una simplificación o si, por el contrario, añaden niveles de complejidad al ámbito.
Uno de los aspectos más destacados de estos cambios es el nuevo enfoque adoptado por la Dirección Nacional de Mediación. Este nuevo manejo implica la implementación de prácticas más actualizadas desde el punto de vista normativo y técnico. Aunque estas acciones tienen el potencial de optimizar el proceso de mediación, también pueden ser percibidas como una complicación debido a la necesidad de adaptarse a nuevas regulaciones y metodologías. Esto podría generar confusión en los mediadores que ya estaban familiarizados con el antiguo marco normativo.
La importancia de actualizar los aspectos normativos, técnicos y pedagógicos en la formación de mediadores no puede ser subestimada. La mediación es un campo en constante evolución, y es vital que los profesionales estén capacitados para abordar los desafíos contemporáneos. En este sentido, el avance hacia una estructura normativa más coherente y con mejores directrices podría facilitar la tarea de los mediadores en el futuro, permitiéndoles ofrecer servicios más eficientes y efectivos. Sin embargo, es crucial que los nuevos lineamientos sean comunicados de manera clara, para evitar que los mediadores enfrenten mayores obstáculos en su formación y práctica diaria.
Impacto en la práctica de la mediación
La implementación del ‘taller de revisión de la práctica’ tiene el potencial de provocar un cambio significativo en la mediación en Argentina. Este taller busca establecer estándares más altos para los mediadores, aumentando la calidad de las prácticas mediadoras. La introducción de estos espacios de reflexión y evaluación invita a los profesionales a analizar y actualizar sus métodos, lo que podría conducir a una mediación más efectiva y respetuosa de las necesidades del conflicto. A través de este proceso, se espera que los mediadores no solo mejoren sus habilidades, sino que también desarrollen un enfoque más centrado en el cliente, promoviendo una cultura de mediación más proactiva.
No obstante, estas novedades no están exentas de críticas. Una de las principales preocupaciones de los mediadores radica en la posible carga adicional que puede suponer la asistencia y participación en estos talleres. Algunos profesionales sostienen que la inclusión de capacitaciones frecuentes agrega un nivel extra de exigencia a una práctica que ya enfrenta múltiples desafíos. Las preocupaciones sobre el tiempo y los recursos que se requieren para cumplir con las nuevas expectativas son válidas y deben ser cuidadosamente consideradas. Sin embargo, muchos también argumentan que, si bien la carga puede ser considerable, los beneficios a largo plazo en términos de singularidad y efectividad de la mediación podrían justificar la inversión inicial de tiempo y esfuerzo.
Los pros y contras de la implementación del taller se presentan como un dilema que necesita un debate colectivo entre los mediadores. Si se manejan correctamente, las oportunidades de crecimiento profesional y la mejora en la calidad de la mediación podrían superar las dificultades presentadas. En este sentido, se hace necesario fomentar un diálogo abierto y constructivo sobre el impacto real que estos cambios pueden tener en la práctica diaria, así como establecer redes de apoyo entre mediadores para afrontar los retos que se presenten.
Conclusión: Un paso adelante o una complicación innecesaria
La resolución 185/2025 del Ministerio de Justicia de Argentina, que establece el ‘taller de revisión de la práctica’, ha generado un intenso debate sobre su impacto en el ámbito de la mediación. Este nuevo enfoque busca modernizar la práctica de la mediación, incorporando mecanismos de revisión y formación continua para los mediadores, lo que podría considerarse un avance significativo. Sin embargo, también hay voces que argumentan que este tipo de iniciativas podría complicar el proceso existente. Es esencial analizar en profundidad ambos puntos de vista para comprender las implicancias de esta resolución.
Por un lado, la implementación de un taller de revisión puede fortalecer las competencias de los mediadores, garantizando que estén actualizados con las mejores prácticas. Este tipo de formación continua es fundamental para mejorar la calidad del servicio brindado a las partes en conflicto, lo cual es uno de los objetivos primordiales de la mediación. Los mediadores que participan en estos talleres podrían adquirir nuevas herramientas que les ayuden a abordar los desafíos contemporáneos en la resolución de conflictos, lo que a su vez puede contribuir a una percepción más positiva de la mediación en la sociedad argentina.
Sin embargo, la efectividad de esta medida dependerá en gran medida del compromiso y la disposición de los mediadores para adaptarse a estos cambios. Si la ejecución del taller se percibe como una carga o una complicación innecesaria, podría generar resistencia o desinterés en una profesión que ya enfrenta sus propios retos. Es fundamental que el Ministerio de Justicia trabaje en conjunto con los mediadores para asegurar que la implementación sea fluida y efectiva. En este sentido, el futuro de la mediación en Argentina parece interconectado con la voluntad de adaptación y el apoyo que se ofrezca a los mediadores en este proceso de transformación.

Off Topic es un autor que aborda temas de libertad individual y acción ciudadana en la web Libertad en Acción. Sus escritos ofrecen una perspectiva reflexiva y crítica sobre diversos temas de actualidad, fomentando el debate y la conciencia social.